- marotitamarota
Manifest

Imagen: Stefania Gregori
Pido disculpas. No doy abasto. He vuelto a España para empezar un montón de ensayos para distintas cosas. Ensayos, no trabajo. Es decir, horas y horas de probar y descartar sin ganar nada. Nada de dinero, porque sí gano otras cosas: ilusión, vitalidad, creatividad. Me doy cuenta una vez más de la hermosa esclavitud de mi trabajo, que te encadena a tener que “inventar“ estés como estés, pase lo que pase. Y lo difícil no es inventar, todos tenemos mil ideas en la cabeza. La profesión empieza cuando a esas ideas les tienes que dar forma, tienes que concretarlas en un movimiento que va seguido de otro y de otro y de otro. Cuando esa imagen tan poética o tan terrible que tienes en la cabeza tienes que convertirla en una acción bailada con cierta continuidad. Y darle un final, lo más difícil de todo. Miento, lo más difícil es no traicionarte descartando esa idea o imagen primera porque te parece imposible materializarla. Pero siempre hay una forma de lograrlo, e Israel Galván es un gran maestro en ello. La foto de hoy es una muestra de lo que cuento. Paloma Zapata, directora de cine, me ha invitado a colaborar en su documental sobre La Singla. Esta es la imagen en mi cabeza: un pequeño zapato de flamenco al lado de un zueco grande y tosco. Tendréis que ver el documental para entender la simbología pero, volviendo al proceso creativo (expresión que ahora todos usamos tanto) me siento muy feliz y orgullosa de comprobar cómo sigue funcionando el binomio valentía-disciplina. O osadía-cabezonería, si queréis. La valentía de apostar por lo que quieres hacer, por lo que sabes que puede hacerse, unida a la disciplina germánica de echarle horas hasta que nace, coge forma. Eso que estaba en tu cabeza ahora está ahí fuera. Podía ser. Es. Que privilegio poder vivir haciendo esto.